Salmo 13:1-2 (NVI)
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta
cuándo me esconderás tu rostro? ¿Hasta cuándo tendré preocupaciones en el alma
y tristeza en el corazón día tras día? ¿Hasta cuándo prevalecerá mi enemigo
sobre mí?"
Nos enseña la importancia de ser honestos con Dios acerca de
nuestras emociones y preocupaciones. A menudo, en momentos de dificultad,
podemos sentirnos abandonados o desesperados. Y claro no hay nada de malo en
expresar estos sentimientos a Dios en oración. Ya que él está dispuesto a
escucharnos en nuestros momentos más difíciles.
¿Hasta cuándo pondré
consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día?
Esta es la oración fiel, sincera de un hombre que está
cansado de aconsejarse así mismo, con sus consejos, tratando de alivianar su
carga de su corazón y decide mejor confiar en los brazos eternos de su Dios.
·
Confianza en la relación con Dios
ü A pesar de la angustia inicial
expresada en los primeros versículos, también nos muestra cómo el salmista
confía en que su relación con Dios, la cual no está completamente rota. Incluso
en medio de la aflicción, sigue dirigiéndose a Dios y buscando Su rostro.
contra la adversidad
ü La enseñanza bíblica es relevante
para cualquier cristiano que, como este salmista, esté pasando por momentos
difíciles.
ü Y claro todos tenemos problemas
personales, enfermedades, pérdidas o desafíos en la vida.
ü El fiel cristiano incluso en esos
momentos, puede confiar en Dios y encontrar consuelo y esperanza en Cristo
ü No de alejarnos de él, cambiar de
iglesia, o rendirnos al pecado. No. Hay que esperar en el Señor. Salmo 125
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La importancia de la espera y la
esperanza
ü El salmista expresa su deseo de que
Dios lo atienda y lo libere de sus problemas. Esto nos recuerda la importancia
de la espera paciente y la esperanza en Dios. Aunque las respuestas pueden no
venir de inmediato, la confianza es que Dios está presente y que responderá a
nuestras necesidades conforme a su tiempo y voluntad.
Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi
salvación; el Dios mío me oirá. Miqueas 7:7
ü En tiempos de incertidumbre o duda,
se nos sigue recordando la importancia de mantener nuestra fe y confianza en
Dios.
ü Todo este puede ser relevante para
aquellos que luchan por mantener una conexión espiritual en medio de pruebas.
Porque como dice Miqueas, es a Jehová a quien hay que mirar, y en quien hay que
esperar. Para aquellos que se sienten
reacios a expresar sus emociones más profundas, este Salmo muestra que está bien
expresar nuestros miedos, tristezas y preocupaciones en la oración a Dios, es
ante el quien nos desahogamos cada uno de nosotros,
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Transformemos la tristeza en alabanza
ü Este salmo culmina con una
declaración de confianza en la misericordia de Dios y una promesa de alabanza.
Aunque comenzó con tristeza y desesperación, el salmista termina enfocándose en la fidelidad y la bondad de
Dios.
ü Esto nos muestra cómo la oración
puede llevarnos de la tristeza y la preocupación a la alabanza y la gratitud a
medida que experimentamos la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas.
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga
oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. Santiago 5:13
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo:
¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea
conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4: 4-7
Conclusión
Esta plegaria de este salmista, nos enseña a ser sinceros con
Dios en nuestras luchas emocionales, a mantener la confianza en nuestra
relación con Él, a esperar pacientemente Su respuesta y a transformar nuestra
tristeza en alabanza a medida que reconocemos Su fidelidad. Acá encontramos un
recordatorio de que, incluso en medio de las dificultades, podemos encontrar
consuelo y esperanza en Dios.